Hemos tenido la oportunidad de conocer Sigüenza, una ciudad medieval ubicada en Guadalajara, Castilla La Mancha. Si quieres hacer una pequeña escapada cerca de la capital y conocer las mejores cosas que hacer en Sigüenza en sólo un día, quédate con nosotros.
🚗 Cómo llegar y dónde aparcar
Sigüenza, en la comunidad autónoma de Castilla La Mancha, es un municipio de Guadalajara. Está situado a 130 kilómetros de Madrid. Pero, ¿Cómo llegamos?
Si os acercáis a Sigüenza en coche como hicimos nosotros, se tarda alrededor de 1 hora y media. La ruta más corta es por la A-2 siendo 127 Km. No se encuentra ningún problema en aparcar, se puede dejar el coche en cualquier parte de la ciudad. Es fácil encontrar aparcamiento y no tendremos que preocuparnos de las multas.
Nosotros dejamos el coche en el aparcamiento del parador, y recorrimos todas sus calles andando. Aunque varios son los aparcamientos (de tierra) a lo largo de la localidad.
☞ También puedes ir a Sigüenza en tren. La duración del trayecto va desde una hora y media hasta dos horas dependiendo del tipo de tren. Podremos encontrar los billetes desde 9€ en la página oficial de Renfe.
☞ Además, para ir a Sigüenza podremos coger un autobús operado por Alsa. En la página oficial podemos encontrar los billetes desde 10€, y el trayecto dura alrededor de 2 horas y media.
🔎 Qué ver en Sigüenza – nuestro recorrido
Como comentamos anteriormente, decidimos dejar el coche en el aparcamiento del Parador de Turismo de Sigüenza. No tuvimos problema en encontrar sitio para aparcar pues apenas había gente.
Parador de Turismo de Sigüenza
Nuestra primera parada será conocer el Parador por dentro. Lo que podemos ver, porque es propiedad privada, es el patio de armas, que es además, donde se sitúa la terraza del restaurante.
El Parador es un imponente castillo medieval del siglo XII ubicado en una alcazaba árabe sobre un asentamiento romano. Fue residencia de importantes personajes históricos, y actualmente, alojarse entre sus paredes de leyenda es como volver al ambiente medieval.
Alojarse entre sus empedradas paredes que hablan de historia nos costará desde 125€ la noche dos personas. Dejamos la página oficial del Parador para reservas y más información.
¡Comenzamos a recorrer las empedradas calles de la ciudad medieval! Consejo : ir preparados con calzado cómodo para las cuestas y los adoquines.
El siguiente punto en nuestro recorrido fue la muralla y sus puertas principales: primero la puerta de hierro, que es donde encontramos el Arco del Portal Mayor.
Si entramos por él y continuamos la calle, llegamos a la Plazuela de la Cárcel, que durante la edad media sirvió como plaza mayor del pueblo y donde se situaba la cárcel y el ayuntamiento. Allí podemos aprovechar para hacer una parada y tomarnos un café en las opciones de restauración que encontraremos.
Continuaremos la calle y nos encontraremos con dos enclaves importantes de Sigüenza, la Iglesia de San Vicente y la Casa del Doncel.
La Casa del Doncel
Callejeando por las calles de Sigüenza seguramente te encuentres con este edificio, ya que es uno de los más visitados. La Casa del Doncel actualmente es el Archivo Histórico Municipal. Su exterior nos sorprende por la apariencia de torre-muralla, y su interior por decoraciones mudéjares. Ha sido recientemente restaurada por la universidad de Alcalá de Henares.
Está abierto al público para su visita (consultar debido a la situación actual) de 11:00 a 16:00.
Enfrente de la Casa del Doncel nos encontramos con la Iglesia de San Vicente. Llamada Parroquia de San Vicente Mártir es una parroquia católica de estilo románico edificada en el siglo XII. A partir de septiembre se celebrarán misas únicamente los sábados. Y sólo se puede visitar en horario de culto.
¡Sigüenza está llena de iglesias y ermitas!
Si seguimos esta calle hasta el final nos toparemos con la Iglesia de Santiago. Actualmente, esta iglesia de estilo románico, está en restauración desde que se encuentra en estado de ruina desde la guerra civil. Al entrar nos recuerda a los inicios medievales en los que fue construida en el siglo XVI.
Al salir y bajar la calle llegamos a la plaza mayor.
Plaza mayor de Sigüenza
¡Llegamos a la plaza mayor! En ella se encuentran diversos restaurantes, el ayuntamiento de Sigüenza y cómo no, la Catedral.
Si bajamos por la calle mayor, a mano derecha en una callejuela nos encontraremos con la Puerta del Sol. Sorprenderá porque pasamos del bullicio de la ciudad y calle empedrada, a naturaleza. Podremos ver un mapa donde comienzan diferentes rutas de senderismo, alguna ruta importante conocida como ‘Ruta del Quijote’.
Ya en plena plaza mayor, nos daremos cuenta de que es recogida pero a la vez muy coqueta. No es quizá la plaza más llamativa, pero estar disfrutando del aperitivo con vistas a la catedral es de las actividades más placenteras de la visita al casco histórico de Sigüenza.
Nada más pisar el empedrado de la plaza se alza majestuosa la catedral. A mano derecha, bajo los arcos, nos encontraremos con el ayuntamiento. Todos los edificios allí están espectacularmente conservados.
Catedral de Sigüenza
La Catedral de Santa María tiene su origen en el año 1124, y es de las más originales de España, mezclando diferentes estilos arquitectónicos. Es conocida popularmente como ‘El Doncel de Sigüenza‘.
Lo que más impacta es el gran rosetón que se abre ante la puerta.
El horario de visitas a la catedral es de martes a domingo de 11 de la mañana a 2 de la tarde y de 4 a 6:30 de la tarde. Para realizar la visita tenemos que comprar las entradas bien en la taquilla de la catedral o bien por internet. El precio de la entrada general es de 6 euros, encontrando entradas reducidas y de grupos desde 4 €.
Lo que más nos llamó la atención a nosotros una vez dentro, fue el claustro . Fue impactante el silencio que pudimos apreciar en el interior ya que debido a la situación había muy poco turismo y pudimos disfrutar de la visita casi a solas.
Ermita de San Roque
Tras mucho informarnos, sabíamos que el barrio de San Roque era digno de visitar y perdernos por sus calles. Y así fue.
Partimos desde la plaza mayor y apenas en 5 minutos llegamos al barrio de San Roque. Apreciaremos que es un barrio residencial, de estilo gótico, aunque también es paso para llegar a Medinaceli, en Soria, colindante a Sigüenza.
Camino a la Ermita no podemos olvidarnos de ver el ‘Callejón de los Infantes‘, donde se sitúa el Palacio de los Infantes, que en su tiempo albergaba a los niños del coro de la catedral.
Justo enfrente de este callejón tendremos la ‘Plaza de las Cruces‘, donde nos encontraremos, levantándose del suelo, tres cruces de diferentes alturas. No es que sea una plaza especial, pero es un lugar que transmite mucha tranquilidad, y en otoño seguro que todos los árboles de alrededor se ponen muy bonitos.
Y a continuación llegamos a la Ermita de San Roque. Sabemos que es el edificio más antiguo de este barrio de Sigüenza y que fue restaurado a finales de 1993. Nosotros tan sólo pudimos apreciarla por fuera, ya que actualmente se encuentra cerrada y en ocasiones se realizan exhibiciones al público.
Paseo de la Alameda
El paseo del parque de la Alameda es un relajante lugar donde pasar un rato tranquilo.
El paseo comienza en el monasterio de las Ursulinas y ermita de Veracruz. A lo largo de todo el camino nos sentiremos en un ambiente descansado y rodeado por kioskos y lugares donde poder tomar el aperitivo, entre enormes árboles.
Es sin duda también una de las partes más vivas del barrio de San Roque y Sigüenza, así como lugar de reunión y recreo infantil.
Al final de este paseo podremos encontrar, convertida en oficina de turismo, la Ermita del Humilladero.
Monasterio de los Jerónimos y fuente de los cuatro caños
Ya casi para terminar nuestra ruta y hacer vuelta al aparcamiento donde tenemos el coche, nuestro penúltimo punto del día fue el Monasterio de los Jerónimos. Situado al lado de lo que fue el edificio barroco donde funcionaba la universidad de San Antonio Porta Coeli, y lo que es actualmente la sede de la diócesis Sigüenza-Guadalajara. Por aquel entonces y hasta 1835 el monasterio estaba tutelado por la universidad.
Continuando calle arriba y perdiéndonos entre callejuelas empinadas, llegamos hasta la fuente de los cuatro caños. También es un enclave turístico y lugar de reunión. ¡Seguro que lo has visto en alguna foto de Sigüenza!
Mirador de la Ronda
Para terminar el día, lo mejor es alejarse un poco del casco histórico para ver la ciudad desde lejos. Una muy buena opción es volver a la plaza mayor y tomar la salida por la puerta del sol, pegada a la catedral.
Desde allí sólo habrá que seguir las indicaciones porque hay un mirador a escasos metros, donde podremos subir andando y obtener vistas de la catedral desde las alturas, como si fuera una postal.
Además, podemos encontrar un pequeño merendero y un parque de juegos infantil, por si queremos pasar un breve rato disfrutando de las vistas, o por qué no, viendo el atardecer.
🍽️ Dónde comer en Sigüenza
Sigüenza se trata de un lugar bastante turístico. Muchos son los madrileños como nosotros que se acercan a pasar el día a este pueblito. E incluso un fin de semana, alejados del bullicio de la ciudad.
Por eso, mucha gente elige comer en el parador, que comentamos anteriormente, tiene menú del día y buena terraza para disfrutar de la comida casera al aire libre.
La opción que elegimos nosotros: comer en la plaza mayor. Por todo el casco antiguo hay variedad de restaurantes y asadores con comidas típicas de la tierra, como las migas o el pisto. Decidimos comer en un restaurante con vistas a la catedral y al ayuntamiento, llamado ‘Catedral Place‘. Pedimos menú del día, y a pesar de la situación difícil en la que nos encontramos, lo vimos bastante correcto. El precio del menú es de 16€ y hay bastante variedad entre la que elegir.
Hay gran cantidad de asadores y ambientados en la época medieval. Algunos de los más recomendados son: ‘Asador medieval’, ‘Don Rodrigo’, ‘El mesón’, ‘La ermita restaurante’ y ‘La tertulia’, estas dos últimas en la Alameda.
🗺️ Mapa con las mejores cosas que hacer en Sigüenza
Os dejamos este pequeño mapa con nuestro recorrido y las mejores cosas que hacer en Sigüenza, en tan sólo un día… ¡Sí, se puede!